sábado, 15 de septiembre de 2012

capítulo 6: la misma historia

Son las tres de mañana y otra vez la misma historia...

Soy incapaz de dormir, me invaden los recuerdos, me invade ese necesidad de que todo vuelva a ser como antes.

Cris y Rubén llevan un par de meses juntos, y desde que él entró en su vida, todo cambió. Cris y yo ya no quedábamos todas las noches y si lo hacíamos siempre acababa apareciendo Rubén y para que negarlo yo empezaba a estar harto.

Ya no era la primera opción en su lista, ahora antes que yo estaba él. Si tenía que ver a alguien lo veía a él, si tenía que hablar con alguien hablaba con él, todo era él... todo lo rompió él.


"Fea, tengo ganas de verte..."

Llevaba una semana sin ver a Cris y me apetecía pasar un tiempo con ella y hablar de todo.

"Si quieres nos vemos esta noche :)"

Acepte sin pensarlo, pero antes le pedí un pequeño favor.

"Perfecto. Nos vemos dónde siempre pero... me gustaría que fueras sola esta noche"

Evidentemente no quería que fuera Rubén, quería volver a ser dos.

"Vale, pero pasa algo?"

Era normal que se alarmara pero no iba contárselo todo por what.

"No, no pasa nada. Te veo esta noche"

Ahora, ahora que todo se ha roto me arrepiento de ese ataque de celos.

Para mi sorpresa Cris llego al bar antes que yo.
Cris: llegas tarde señorito - mientras la saludaba con dos besos.
Yo: tú llegas tarde desde que te conozco...

Pedimos algo de tomar y estuvimos hablando de todo un poco hasta que decidí hablar claramente con ella.

Yo: ¿cómo estás con Rubén?
Cris: Genial -con una sonrisa tonta que termino de hundirme - ¿por?
Yo: no se, es que nunca te he visto así - bebiendo un poco de cerveza.
Cris: es que nunca he estado así... -cada palabra que salía de su boca me hundía todavía más.
Yo: ¿No crees que vas demasiado rápido?
Cris: ¿qué quieres decir? -parecía descolocada tras mi pregunta.
Yo: ¿en realidad que sabes de Rubén? -hice una pausa para dar un nuevo trago a la cerveza - no sabes nada ...
Cris: se lo que tengo que saber - mirándome fijamente - se que le quiero y se que me quiere... no necesito saber nada más.
Yo: -empezaba a estar alterado - ¿como lo vas a querer si no llevas ni 3 meses con él?
Cris: ¿y eso que tiene que ver? - llevandose las manos a la cabeza - ¿tú nunca te has enamorado?

Por un instante pensé en decirle que si, en decirle que me había enamorado de ella...

Yo: no - mentí - pero si lo hiciera jamás te dejararía de lado...
Cris: ¿y yo lo he echo?
Yo: sabes que sí...
Cris: a ver si lo entiendo - intentando poner calma - ¿Crees que te estoy dejando de lado por Rubén?
Yo: Joder Cristina, ¿no te das cuenta de que ya nada es igual desde que estás con el? -quiso contestarme pero no la deje - Antes te veía todos los días en este bar y ahora si te veo es una vez a la semana y encima siempre vienes con él. Antes me llamabas para que te llevará a la universidad o para cualquier tontería y ahora solo lo llamas a él. Antes sabía todo de ti y hace unos meses que no se nada... y no se que me pasa, pero supongo que te echo de menos.
Cris: Dani yo sigo siendo la misma...
Yo: pues entonces será que el que ha cambiado he sido yo...
Cris: lo que necesitas es una novia - intentando quitarle hierro al asunto.
Yo: lo que necesito es olvidarme de ti... - dije entre dientes.
Cris: ¿que has dicho? - por suerte no me había escuchado.
Yo: que tienes razón -disimulando - que tengo que conseguirme una novia.

Decidí cambiar de tema, conocía lo suficiente a  Cris como para saber que de esa conversación no íbamos a sacar nada en claro.

Han paso un par de semanas desde ese día y todo sigue igual. Ella con Rubén y yo cada vez más alejado de su mundo, pero claro el que ha cambiado he sido yo...

Son las tres de la mañana y vuelvo a recordar ese día, a recordar el día en el que ella confeso que le quería y en cierto modo negando que todo se estaba cambiando lo escogió a él.

Son las tres de mañana y otra vez la misma historia.




sábado, 8 de septiembre de 2012

Capítulo 5: Quizá

Eran las 8 y ya estaba esperando a Cris. La conocía lo suficiente como para saber que aunque habíamos quedado a las 8 no iba a llegar hasta y media, pero aun así llevaba un año siendo puntual por si esa pequeña costumbre cambiaba.

Como imaginaba, Cris no apareció hasta pasadas las 8 y media, pero lo que nunca habría imaginado era que no iba a llegar sola.

Cris: Hola, precioso - acercándose hasta mí y dándome un abrazo sin ser consciente de que no era correspondido.
Mi mirada estaba fija en esa persona que esta vez la había acompañado al bar. Era un chico y por la forma en la que me miraba supe que no era un simple amigo de Cris.

*: Hola - estrechando mi mano - soy Rubén.
Yo: Hola - contesté secamente, quizás demasiado.
Cris: - sentándose en la mesa delante mío y al lado de Rubén - siento llegar tarde.

Siempre decía lo mismo, con el mismo tono de voz, dulce, demasiado dulce. Y yo siempre respondía con un "no pasa nada" seguido de una sonrisa, intentando ser tan dulce como ella.

En cambio hoy no hubo sonrisa, no hubo un "no pasa nada"...

Cris: - volviendo a hablar tras no obtener respuesta de mi parte - ¿Has pedido ya? - observando que la mesa estaba vacía.
Yo: no...
Cris: - llamando al camarero - ¿Lo mismo de siempre? - me limité a asentir - ¿Y tú? - dirigiéndose esta vez a Rubén.
Rubén: yo quiero una cerveza.

Tras pedir tres cervezas al camarero, confirmé mis sospechas. Observé cómo Rubén escondía la mano por debajo de la mesa e imaginé que esa mano estaba deslizándose poco a poco por la pierna de Cris.

Sentí que se me formaba un nudo en la garganta y en ese momento solo quería salir corriendo.

No recuerdo qué hablamos esa noche. Solo tengo grabado en mi memoria cada mirada, cada caricia y sobretodo cada beso que Cris regaló a Rubén.

Estaba celoso, más celoso que nunca. Odiaba a Rubén sin ni siquiera conocerlo. Lo odiaba porque él sin conocer cada detalle de ella como yo lo conocía había conseguido tener lo que yo no he conseguido, ni conseguiré nunca.

La tenía entre sus brazos, podía acariciarla, podía besarla cuando le apeteciera y Cris nunca le rechazaba. Por primera vez me daba miedo que Cris quisiera algo, me daba miedo que se enamorara de alguien que no fuera yo.

Ya he dicho muchas veces que durante este tiempo Cris ha estado con varios chicos, concretamente con dos. El primero fue el chico con el que estaba desde antes de conocerla y tras conocerme siguió con él unos cuantos meses. El otro era Iván, y esa historia ya sabéis cómo termina.

Sabía de sobra que Cris no había conseguido enamorarse de ninguna de sus parejas anteriores, aunque desconocía el motivo.

Rubén parecía un buen chico a diferencia de los demás él había conseguido, en una noche, que Cris se riera más con sus tonterías que con las mías y era eso lo que me daba más miedo.

Cuando terminamos nuestras cervezas Cris me invitó a cenar con ella y con Rubén, pero decidí dejarlos solos. Por primera vez me molestaba que existiera una tercera persona entre Cris y yo, me molestaba no tenerla solo para mí.

Cené en mi casa y cuando estaba a punto de irme a dormir me llegó un whatsapp de ella con una sencilla pregunta.

"¿Qué te ha parecido Rubén?"

No sabía qué contestar y tras pensarlo durante unos minutos decidí volver a mentirle.

"Es simpático, parece un buen chico."

Cris contestó al instante.

"Lo es. Es genial, realmente genial."

Contesté con otra gran mentira.

"Me alegro."

"Lo sé. Me quieres demasiado."

Claro que la quería demasiado, pero no me alegraba. No podía alegrarme.

"¿Cuánto tiempo lleváis juntos? ¿Por qué nunca había escuchado hablar de Rubén?"

"Llevamos muy poco, no eres el único que tiene una vida misteriosa ;) Seguro que alguna mujer tiene que ver con tu semana desaparecida."

Mis dedos escribieron sin pensar.

"Puede..."

"¿Me estás diciendo que sí?"

Me di cuenta de que me había equivocado e intenté terminar esa conversación.

"No seas cotilla."

"Vale borde... Solo espero que me la presentes ;)"

"Hecho... Ahora sigue disfrutando de la noche."

"Mi noche ya ha terminado, hace tiempo que estoy en casa."

Era una tontería pero saber que estaba en casa me hizo sonreír por un instante.

"Pues entonces buenas noches pequeña... Sueña cosas bonitas."

Esperaba recibir un buenas noches por su parte, pero para mi sorpresa me hizo una sorprendente revelación.

"Quizás sea este ¿No?"

Sin darme cuenta se me humedecieron los ojos y solo pude contestar.

"Quizá."

miércoles, 5 de septiembre de 2012

capítulo 4: por ti

El sonido del timbre me despertó, me levanté en medio de la oscuridad de la habitación y fui abrir la puerta. El sueño me impidió que antes de abrir me parara pensar quien era, simplemente abrí.

Al abrir me encontré su maravillosa sonrisa y sonreí al instante al ver que había venido a buscarme.

Dani: ¿Que haces aquí? - frotándome los ojos para intentar quitarme el sueño.
Cris: desayunar - me dio un beso en la mejilla y entro en mi casa.

Había venido más de 20 veces así que fue directa a la cocina. Aproveche que ella estaba ahí para ir al baño y arreglarme un poco. Era curioso porque por primera vez desde que la conocí estaba realmente nervioso...

Cuando salí del baño el desayuno ya estaba colocado encima de la mesita del salón. Cris estaba sentada en el sofá y tenia un croissant pequeño entre sus manos.

Cris: ¿y bien? - observando como me sentaba a su lado - ¿vas a contarme que te ha tenido tan ocupado?
Dani: nada... -cogiendo el móvil para mirar la hora - ¿Tú no tendrías que estar en la universidad?
Cris: tendría -dijo con una sonrisa inocente mientras mordía en croissant que tenía en la mano - pero esa no es la cuestión - subiendo los pies al sofá - ¿estás enfadado conmigo? -pregunto un poco atemorizada.
Dani: ¿porque iba a estarlo? - sonriendo para que se tranquilizara.
Cris: por la encerrona del otro día - recordé que Cris me había dejado a solas con Irene - si es por eso lo siento - agachando la mirada - pero es que....
Dani: -interrumpiéndola - eh, para, para, - cogiendo su barbilla para que me mirara - sabes que nunca me enfadaría contigo - cogió mi mano y deposito un dulce beso en esta, me quedé paralizado. Cris y yo siempre nos hacíamos ese tipo de carantoñas pero ahora, ahora esas muestras de cariño me paralizaban - aunque no deberías haberlo echo... ¿yo con Irene? - dije apartando mi mano y cogiendo el vaso de café que Cris me había traído.
Cris: ¿que? -sonriendo picaramente - ah que ahora Irene no es preciosa no? ah no? -imitándome.
Dani: - riéndome tras su digamos patética imitación - claro que es preciosa, pero no me gusta.
Cris: bueno... -cogiendo un nuevo croissant - entonces si no es por eso, ¿Que pasa Martínez?
Dani: otra vez... que no me pasa nada - un tanto molesto - simplemente he estado liado, buscando trabajo y esas cosas.
Cris: vale -agachando la mirada - no insisto más, pero - mirándome fijamente - si te pasará algo me lo dirías ¿no?
Dani: me perdí en su mirada y por primera vez desde que la conozco menti - si...


Cris: entonces no me preocupo -dándome un beso en la mejilla - ¿peli? -dice sonriendo.
Dani: no... -levantándome - mejor uni -levantandola del sofá.
Cris: Dani no... -dice entre pucheros - ya llego demasiado tarde...
Dani: -vuelvo a mirar el reloj -  Cris, son las 9 y es Viernes... si no recuerdo mal los viernes sales a la 1... - cogiéndola esta vez como si fuera un saco de patatas.
Cris: vale - soltándola justo en la puerta - pero que sepas que te odio...
Dani: no lo haces -digo abriendo la puerta...
Cris: tal vez no te odio pero cada día te quiero menos -dice mientras nos dirigimos al ascensor.
Dani: ¿a si? -me hago el sorprendido - bueno, tú tranquila que ahora que te dejo en la uni me busco otra niña a la que cuidar...
cris: -abriendo la puerta del ascensor - no serías capaz... además, no se fiarían de ti. Pensarían que eres un viejo verde o algo así...
Dani: bueno seguro que contaría con tu ayuda para convencerlas de mis buenas intenciones.
Cris: no... - saliendo del ascensor.
Dani: ¿por que? -digo mientras salimos a la calle rumbo a mi coche.
Cris: porqué yo no te comparto.


Nos reímos e inconscientemente colocó mi brazo encima de sus hombros, para seguir caminando abrazados. Como siempre...

Dani:¿y si me echo novia? -digo entrando al coche.
Cris: bueno... tendrá que aceptar que yo formo parte de tu vida, como lo aceptan las personas con las que yo salgo...
Dani: no lo aceptan todos - digo poniéndome en cinturón - recuerda a Iván -el último novio de Cris.
Cris: ¿y por que le deje? - dijo mirándome fijamente.
Dani: no lo se - mentí, pero es que encantaba volver a escuchar esa historia.
Cris: si lo sabes - sonriendo mientras giraba la cabeza para mirar por la ventanilla - solo que te encanta escucharlo...
Dani: -está vez el que ríe soy yo - si ya lo sabes, repítelo y calla.
Cris: idiota -dice entre dientes creyendo que no la escucho - está bien, me hizo escoger entre tú y él y te escogí a ti... ¿contento?
Dani: - con una sonrisa triunfal - mucho -parando el coche, puesto que ya estábamos en la puerta de su universidad.

Cris: Tú harías lo mismo ¿no? - pregunto antes de salirse del coche.
Dani:¿como?
Cris: si tuvieras novia y ella te hiciera elegir... me elegirías a mi ¿verdad?
Dani: ¿lo dudas? -mirándola fijamente.
Cris: no - acercándose a mi para darme un beso en la mejilla - se que te encanta que sea tu niña.
Dani: solo un poco... -digo intentando disimular mis nervios.
Cris: te quiero tanto, feo -depositando un beso en mi otra mejilla - ¿Esta noche te veré o seguirás estando misteriosamente ocupado?
Dani: me veras pequeña -digo mientras le guiño el ojo y veo como baja del coche.
Cris: anda vete ya - apoyandose en la ventanilla -  que como puedes observar no hay niñas sueltas.


En ese momento me doy cuenta, se lo que tengo. La tengo a ella, no como me gustaría pero la tengo y no piensa compartirme, no piensa perder esto que tenemos. Si cree que estoy mal no duda en aparecer de la nada e intentar animarme y no quiero que deje de hacerlo nunca.

Aunque nunca sepa que ella es la única culpable de todos mis problemas y a la vez la culpable de todas mis alegrías.

Ella es la cura y la enfermedad al mismo tiempo, aunque no se de cuenta...

jueves, 30 de agosto de 2012

capítulo 3: era tarde



Así empezó todo, así la conocí, así cambio mi vida. Fue una noche cualquiera, ni siquiera recuerdo la fecha, solo sé que pasó y que en ese momento algo cambio…

Sé perfectamente como empezó todo pero a partir de ahí no soy capaz de entender, no soy capaz de explicar, como llegue a esto.

Como me convertí sin darme cuenta en todo lo contrario a lo que quería ser en su vida. Mi intención desde 
el principio fue conocerla y claro que la conocí. Llegué a conocerla mejor que nadie, pero cometí un error. Me enamoré de ella, me enamoré completamente de esa niña y cuando me di cuenta era demasiado tarde.


Hacia un año que la conocía y nos habíamos convertido en algo difícil de explicar con palabras. Entre los dos se había creado un vinculo que iba más allá de una simple amistad, era como una especie de hermandad que repito una vez más no se como empezó pero sabía que era irrompible. Los dos lo sabíamos.

La veía todos los días, aunque fuera media hora. Todos los días quedábamos en el mismo bar. Ella se pedía una Coca-Cola y yo una cerveza y bromeábamos sobre lo bien o lo mal que nos había ido el día, hasta que ella subía a su casa a cenar.

Como he dicho al principio tarde demasiado en darme cuenta de que me había enamorado. Desde el principio supe que Cris me gustaba, pero a medida que la iba conociendo deje de verla como una mujer, deje de desnudarla con la mirada y me limite a escucharla, me limite apoyarla y llegué a creerme que todo lo que sentía por ella era una especie de amor fraternal.

Pensaba que esas ganas de protegerla siempre, esa rabia que sentía cuando sabía que algo o alguien le hacia daño, esos celos que me comían cuando me contaba algo de alguno de los novios que había tenido en todo esto tiempo... eran fruto de la amistad que había nacido entre nosotros, que esos sentimientos no escondían amor, o quizás si lo sabia y simplemente no quería verlo.

Pero como siempre hay alguien, alguien que te observa desde fuera, alguien que ve como te comportas con esa niña, alguien que te conoce desde siempre, alguien que sabe que has cambiado y decide acercarse a ti para abrirte los ojos.

Estaba en el bar de siempre con Cris y con Irene. Cris estaba a punto de irse, parecía especialmente interesada en dejarme a solas con Irene.


Irene era la mejor amiga de Cris, más de una vez había venido a tomar algo con nosotros y aunque he de reconocer que era una chica muy agradable y preciosa nunca había pasado nada entre nosotros… y tampoco iba a pasar.

Cris: Bueno chicos yo me voy – hice el esfuerzo de levantarme de mi silla. Deduciendo que si ella se iba, nos íbamos los tres – no pero vosotros quedaros tomando algo –dándome un beso en la mejilla, mientras me susurraba al oído – suerte y lánzate de una vez.

Sus palabras me descolocaron por completo pero cuando quise reaccionar Cris ya se había ido dejándome a solas con Irene.

Irene: -por suerte ella tomó la palabra - ¿sabes por qué se ha ido verdad?
Dani: no – agachando la mirada.
Irene: está empeñada en que tu y yo salgamos juntos – sus palabras me sorprendieron pero me ayudaron a entender la despida de Cris hace unos instantes – pero como íbamos a salir juntos si tú… -se calló de repente.
Dani: ¿si yo? –extrañado.
Irene: si tú estás loco por ella…
Dani: ¿Cómo? –la interrumpí incrédulo – Cris y yo somos amigos…como hermanos.
Irene: eso ya lo se – me sonrió dulcemente - pero yo os observo desde fuera. Yo veo como la miras, veo como agachas la mirada, desilusionado, cada vez que ella aparece en el bar conmigo y no viene sola. Veo como cada vez que salimos de fiesta te molesta que alguien pueda acercarse a ella. Veo como tu sonrisa desaparece siempre que Cris habla de cualquier chico que no seas tú. He visto durante un año como ninguno de los novios de Cris te ha parecido bien – estaba cansado de escucharla, de escuchar sus verdades y cuando iba a detenerla ella se me adelantó – Dani… puedes negarlo todo el tiempo que quieras, pero en el fondo sabes tan bien como yo que todo lo que te he dicho es cierto, sabes que la quieres.

En ese momento repase todos los momentos que había vivido con  Cris, recordé como me sentía con ella, descubrí que Irene tenía razón. Que siempre había estado celoso de todo lo que la rodeaba y entendí lo que me pasaba, por fin logré entenderme.


Hacia una semana de esa conversación, una semana desde que Irene me abrió los ojos, des de que entendí 
que la quería, pero no como una hermana sino como algo mucho más grande que eso y por encima de todo, por primera vez desde que la conocí. Llevaba una semana sin verla…

Una semana inventándome cada tarde una excusa diferente para no acudir a nuestro encuentro habitual. Una semana evitándola, una semana huyendo…

Es curioso porque ni siquiera yo sabía de que estaba huyendo exactamente. Estaba poniendo distancia de por medio entre nosotros, creyendo que así la olvidaría, que esto sería una tontería y todo los sentimientos que despertaron de repente esa noche volverían a esconderse con un poco un tiempo. Volvería a poder ocultarlos, volvería a callarlos…

Demasiado tarde para callar lo que sentía y a la vez demasiado tarde para lograr cambiar lo que ella sentía por mí.

lunes, 27 de agosto de 2012

capítulo 2: desconocido



Volvemos a estar frente a frente pero algo es diferente. Ahora no sonríe, mas bien su cara es un poema. Parece que en ese rato que he estado observándola desde lejos no me he percatada de que algo ha pasado, algo le ha pasado, algo ha hecho que pierda la sonrisa.

Cris: si –dice en un hilo de voz.
Dani: ¿estás bien? – Intentando que me mirara – no tienes buena cara…
Cris: estoy bien – sonriendo falsamente.

Por un momento dudo entre dejarla marchas o seguir insistiendo. Al final me decanto por la primera opción, al fin y al acabo, nos acabamos de conocer y aunque sé que algo le ha pasado no puede pretender que le cuente sus problemas a un desconocido... y en estos momentos no soy más que eso.

Me hago a un lado y dejo a Cris pasar. Observo como se va y al volver la vista al frente veo que su amiga no se ha ido con ella.
*: Solo está un poco borracha – me dice la amiga de Cris justo cuando nuestras miradas se cruzan.
Dani: ya… -intentando disimular mi preocupación – ¿y si está borracha dejas que se vaya sola?
*: ¿Qué clase de amiga crees que soy? – Incrédula – en la puerta la está esperando su pareja.

Una sensación extraña invade mi cuerpo tras escucharla ¿su pareja? Es una chica preciosa y no era de extrañar que tuviera novio pero hasta el momento no había pensado en esa posibilidad.

Me limito a sonreír y veo como ahora sí la amiga de Cris desaparece de mi vista. Es raro ni siquiera he preguntado su nombre y eso que esa chica también era preciosa.

Busco con la mirada a mi hermano para despedirme de él. Las ganas de fiesta han desaparecido al saber que esa chica de la que solo se el nombre tiene pareja.

Tras despedirme salgo del local y me dirijo hacia mi coche. Todavía con esa extraña sensación. No es la primera vez que una chicha que me llama la atención en un local termina teniendo novio y cuando lo descubro simplemente paso pagina, no insisto… se lo que quiero en ese momento y no estoy dispuesto a joder la relación que tiene con su chico para estar una noche con ella.

Pero son Cris es distinto, ahora sé que tiene pareja y aun así me niego alejarme de ella, me niego a no volver a verla… y por primera vez desde que me conozco, no me entiendo.

Estoy a punto de llegar hasta mi coche cuando veo a cris sentada en la acera con el móvil en la mano. Sin pensarlo me acerco hacia ella, seguramente piense que soy un pesado pero ¿Cuándo voy a volver a verla?

Dani: ¿Qué haces aquí? – me mira un momento e inmediatamente vuelve a fijar la mirada en el suelo – ¿no se suponía que te venía a recoger tú pareja?
Cris: se supone – encogiéndose de hombros – pero no está aquí ¿no?
Dani: ¿sabes donde está? –Niega con la cabeza – si quieres puedo llevarte a casa – poniéndome las manos en los bolsillos.
Cris: te lo agradecería…

Le ayudo a levantarse del suelo y nos dirigimos a mi coche. Nada más subir le pido a Cris que me de la dirección de su casa para insertarla en el GPS.

Dani: ya que te llevo a casa merezco saber algo más de ti ¿no? – digo poniendo en marcha el coche.
Cris: ¿Qué quieres saber? –mirándome esta vez como al principio de todo.
Dani: Todo –digo casi sin pensar.
Cris: ¿todo? – Colocando las manos en el reposacabezas – no suelo contarle todo a un desconocido…
Dani: -desviando un momento la mirada de la carretera para observarla - ¿pero si sueles montarte en el coche de un desconocido?
Cris: -soltando una leve carcajada – no, normalmente no me dejan tirada y si lo hacen suelo tener dinero para un taxi…
Dani: así que no vas a pagarme el trayecto ¿no? – volviendo a reírse.
Cris: ¿y tú? ¿Sueles llevar a muchas desconocidas a su casa?
Dani: no…
Cris: mentiroso…
Dani: es verdad – sonriendo pícaramente – suelo llevarlas a mi casa.
Cris:-riéndose todavía con mas ganas que hace un instante – así que eres un fantasma…
Dani: algo parecido…

Seguimos bromeando hasta que llegamos a su casa.
Cris: gracias por traerme –quitándose el cinturón.
Dani: de nada… sé que soy un desconocido pero un chico que te deja tirada en plena noche… quizás no sea el adecuado.
Cris: a las chicas nunca nos gusta el chico adecuado – abriendo la puerta del coche – buenas noches desconocido.
Dani: -volví a detenerla antes de que se bajara – ya que no he conseguido saber toda tu vida, podrías darme tu móvil ¿no?

Accedió con una sonrisa y una vez intercambiamos los teléfonos subió a su casa.

Ahora solo esperaba volver a verla, saber porque esa chica me llama tanto la atención. Ahora quiero saberlo todo.

domingo, 19 de agosto de 2012

capítulo 1: conocerla



Yo Dani Martínez, un muchacho de León  con 27 años que intenta hacerse un hueco en el mundo de la tele pero que por el momento, digamos que no he tenido suerte.

He participado en varios programas de radio y en algunos programas de televisión, pero de momento ninguno me ha llevado al estrellato, aunque no me quejó. Soy de esas personas que cree en las oportunidades, que cree que si luchas por un sueño al final este se cumple y estoy seguro de que mi oportunidad llegará.

Hace unos años que vivo solo en Madrid pero este fin de semana ha venido a visitarme mi hermano pequeño, Nacho. Así que lo más seguro es salgamos esta noche. No me interpretéis mal, a mi me encanta salir, es más, salgo casi todos los fines de semana. Pero hoy íbamos a salir con los amigos de Nacho y aunque los conocía a todos y nos llevábamos realmente bien no eran mis amigos.

 Dani: ¿Dónde hemos quedado? –pregunte a Nacho nada más coger el coche.
Nacho: En la puerta del local.

Conduje hasta dicho local y nada más llegar nos encontramos con los amigos de Nacho. La noche iba mejor de lo previsto.

Nacho: ¿esta noche no sales a cazar?
Dani: ¿por quien me tomas? – soltando una leve carcajada.
Nacho: Nos conocemos – dijo Nacho dándome una palmada en la espalda.
Dani:  Todavía no he visto nada interesante.

Nacho decidió salir a bailar, mientras yo me quedé apoyado en la barra analizando el ambiente. En esa discoteca había chicas realmente preciosas pero ninguna acababa de llamarme la atención. Hasta que…

Cris: Joder, perdona – alguien acababa de tirarme una copa encima.
Dani:  No pasa nada – observando mi camisa manchada y secándola con las manos.
Cris: Si pasa… joder soy una torpe –seguía observando el destrozo pero todavía no había alzado la mirada para contemplar a quien pertenecía esa voz de mujer – toma – unas manos preciosas me extendieron un pequeño pañuelo – sécate con esto.
Dani:  Gracias – cogiendo el pañuelo y encontrándome por primera vez con su mirada.

Sus grandes ojos marrones me envolvieron nada más verla y su avergonzada sonrisa provoco que al instante apareciera la mía.

Dani:  Bueno –volviendo a la realidad pero sin dejar de contemplarla – ya que me has jodido la que probablemente sea mi camisa favorita – apoyando mi barbilla en mi mano – creo que merezco saber tu nombre…

Antes de contestarme me concedió el honor de escucharla reír por primera vez y al hacerlo puede comprobar que era todavía más perfecta si era posible. Su risa provocaba la mía, y tras unos cuantos minutos riendo sin sentido volví a tomar la palabra.

Dani:  No entiendo de que te ríes tanto – cruzándome de brazos.
Cris: Yo tampoco – volviendo a sonreírme – supongo que soy así y quizás voy un poco bebida – señalándome la bebida y volviendo a reírse.

Era extraño, diferente, no sabía todavía el nombre de esa chica pero desde que la había escuchado reír solo deseaba que no dejara de hacerlo.

Dani:  Yo me llamo Dani – extendiendo mi mano para presentarme.
Cris: Yo Cristina – ignorando mi mano y dándome dos besos – encantada.

Tras sentir el roce de su piel volví a paralizarme por uno momento.
Dani: Bonito nombre – dedicándole una amplia sonrisa.
Cris: Gracias –respondió a mi sonrisa – y siento haberte ensuciado pero ya estamos en paz ¿no?

Me hubiera gustado contestarle que no pero no me dio tiempo. Cogió su cubata y desapareció entre la gente. Mis ojos fueron tras ella y no dejaron de observarla durante toda la noche.

Mi mente solo repetía su nombre “Cristina” y en mi cabeza seguía resonando todavía su risa. Pensé en ir tras ella pero algo me frenaba, una parte de mi decía que era mejor no volver hablar con ella. Creo que por primera vez en mi vida sentía miedo a seguir hablando con esa chica, miedo a que me gustará de verdad.

No me apetecía ir, hacer una de esas preguntas típicas que se hacen en las discotecas para ligar. Y no es que no quiera ligar con ella, ¿Cómo no voy a querer si como he dicho antes es preciosa?

Es simplemente que me pueden las ganas de seguir conociéndola. No quiero que termine en mi cama esta noche. Quiero saber donde vive, saber que le gusta, saber sus aficiones, sus gustos, en definitiva quiero saber quien es.

No deje de mirarla en toda la noche mientras seguía pensando que era lo mejor, hasta que algo me hizo reaccionar. Vi como se acercaba con una amiga al guardarropa y sacaba sus cosas.

Mis pasos se dirigieron hacia ella y logré alcanzarla antes de que saliera del local.

Dani: ¿ya te vas?

sábado, 18 de agosto de 2012

prólogo


Un día cualquiera, sales de fiesta, te diviertes, todo es perfecto… Hasta que algo cambia, sin darte cuenta, sin previo aviso tu corazón se para, se para simplemente porque la conoces.

A ella, una chica cualquiera, en teoría una más de las mil que has conocido pero con algo especial, algo único. Algo inexplicable que te obliga a no dejar de mirarla.

 Casi cuando la noche está a punto de terminar, reaccionas, te das cuenta de que tienes que hacer algo, debes acercarte a ella, hablar y descubrir si es algo más que una cara bonita. 

Te acercas a ella, habláis, todo es perfecto. Congeniáis de una manera difícil de explicar, difícil de entender. Por primera vez en mucho tiempo o quizás por primera vez a secas. Estas hablando con una chica, en una discoteca sin pretensiones de algo, simplemente de escucharla hablar, de saber, si es posible, en una noche toda su vida.

Hablas, ríes y vuelvas hablar, pero a medida que la conversación transcurre descubres que no todo es tan fácil, que esa chica que te gusta es inalcanzable. Lo sabes por muchos motivos: el principal tiene novio, luego es 6 años más joven que tú… cosas que no deberían importante si fuera solo un polvo más…

 y entonces lo descubres, esa chica a cambiado algo en tu vida, no te importa que tenga novio, no te importa la edad. Solo te importa que ahora que la has conocido no desaparezca de tu vida.

Es en ese precioso momento cuando cometes ese gran error, cuando aun sabiendo que esa niña te gusta, 
decides convertirte en su amigo.

En realidad con el tiempo llegáis a ser mucho más que amigos, ella te ve como un protector, incluso llega a decirte que eres como su hermano mayor. Tú sufres, más de lo normal, más que nunca, y terminas mintiendo. Aseguras que para ti ella es como tu hermana pequeña y prometes que vas a estar siempre a su lado para protegerla de cualquiera que se atreva hacerle daño y lo cumples.

Aparentemente ella es lo más parecido a una hermana pequeña que has tenido nunca pero en realidad es la primera chica que te ha enamorado…

¿Por qué nadie lo sabe? ¿Por qué ella no lo sabe?

Es sencillo, no lo sabe porque eres consciente que ella no siente lo mismo. Prefieres estar a su lado, prefieres ser su protector, prefieres no perder por nada del mundo eso que os une, prefieres seguir siendo la primera persona a la que llama cuando algo sale mal, prefieres poder ir a recogerla un día a su casa porqué sí y llevarla a cualquier lugar, prefieres ser la persona del mundo en la que mas confía, prefieres saber que eres algo especial en su vida…

Aunque en el fondo duela, simplemente prefieres escucharla reír.